Las cosas nunca están tan mal que no puedan empeorar

Hubo un silencio ensordecedor de parte de la presidenta Sheinbaum cuando le preguntaron por la ganadora del Premio Nobel de la Paz, la venezolana María Corina Machado. Los silencios también hablan, y este era de esperarse. Ante las importantes semejanzas y ciertas diferencias entre la izquierda venezolana y la mexicana (o morenista, para ser más específico), vale la pena preguntarnos si México se está adentrando por los mismos caminos por los cuales se adentró Venezuela hace más de 25 años.

Muchos podrán racionalizar el silencio de la presidenta, aunque hay más de lo que se ve a simple vista. Los defensores podrán argumentar que su mutismo era necesario para no perder el control de su partido político ante las alas duras, con cierta ra

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