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TIANGUISTENGO, México.- Cuando el río se desbordó arrastró todo el pueblo de Chapula, en las montañas del centro de México. Los vecinos solo tuvieron tiempo de gritar, alertar a quienes vivían cerca del cauce y buscar resguardo, algunos caminando con el agua a la cintura, contó Stephanie Ramírez.

“Se llevó casas, se llevó el puente, se llevó absolutamente todo, lo único que quedó a salvo fue la iglesia y la galera (almacén), es donde todos estábamos refugiados”, dijo la joven de 21 años nada más bajarse del helicóptero privado que el martes se apresuraba a sacar a ancianos, mujeres y niños de su pueblo, uno de los 300 del centro y este de México que permanecían incomunicados tras las lluvias torrenciales de la semana pasada , que acabaron con la vida de al menos. 64 personas.

Ramír

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