Playas han sido reducidas de 30 metros a cero de frente de arena, admiten palaperos de Mazatlán.
Ricardo Flores abrió en 1988 su Restaurante de mariscos “Los Gavilanes” y casi lo pierde todo por la marejada de Priscilla.
Esperanzado que pueda levantar nuevamente el vuelo “Los Gavilanes”, es una de las palapas dañadas por el oleaje que generó los remanentes del huracán Priscilla desde mar abierto impactando con sus intensas olas en más de una docena de negocios cimentados sobre la arena, unos si cuentan con permisos oficiales y otros no.
Sobre la propuesta de que a partir de los daños que presentan las playas por la reducción de arena para bañistas, se regule a las palapas revisando quienes están en regla y quienes no para quitarle ese peso a la zona costera, dijo estar de acuerdo.
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