Apolonia Amayo Tehuacán / 15.10.2025 02:19:36

Sus manos, un trozo de tela y cucharas de aluminio aplanadas son las herramientas con que hombres y mujeres amasan, moldean y dan vida a cada una de las piezas de barro bruñido que elaboran. Se trata de los ngiwa, un pueblo originario asentado en Los Reyes Metzontla, que ha heredado una tradición ancestral que les valió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2005: la alfarería.

Escribir sobre Los Reyes Metzontla es hablar de una población asentada en la mixteca poblana, donde las generaciones están inmersas en uno de los oficios que no solo representa su medio de subsistencia, sino que los ha encumbrado al ganarse un espacio en la alfarería mexicana. Es una actividad que lentamente les ayuda a mejorar su condición de vida y a salir de

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