Las calabazas y las brujas no son los únicos protagonistas de Halloween, también lo son los gatos negros. Por eso, el Ayuntamiento de Terrassa ha anunciado una medida preventiva que restringe las adopciones y acogidas de felinos de este color entre el 1 de octubre y el 10 de noviembre con el objetivo de proteger a estos animales de posibles situaciones de riesgo relacionadas con supersticiones, rituales o prácticas irresponsables.

La medida, impulsada por el Centro de Animales Domésticos de Terrassa en coordinación con la protectora colaboradora, no busca "discriminar por el color de pelaje". Se trata de "una actuación de protección adicional", que tiene "un carácter estrictamente preventivo y temporal" y está orientada a "garantizar su bienestar", explican desde el consistorio.

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