El duelo entre Italia e Israel en la fase de clasificación para el Mundial 2026, que acabó con un 3-0 para los locales, se vio sumido en el caos y la tensión desde horas antes. Miles de manifestantes se congregaron en las calles de Údine para reclamar la suspensión del enfrentamiento y la exclusión israelí de las competiciones internacionales.
Las manifestaciones estaban previstas y el encuentro había sido calificado de alto riesgo ante los posibles altercados por lo que la ciudad italiana de Údine había reforzado sus medidas de seguridad y blindado los alrededores del estadio Friuli incluso con francotiradores en el techo del recinto. Sin embargo, el caos se desató.
La organización Comité para Palestina en Údine, convocante de la protesta, pacífica en la mayor parte del recorrido y cort