José Jerí acaba de asumir la presidencia de la República y su mayor reto será poner un límite a las intenciones de sus colegas congresistas con quienes hasta hace unos días compartía sesiones en el hemiciclo parlamentario.
Ya sea por afinidad partidaria o por convivencia amical, los congresistas buscarán aprovecharse de sus respectivos vínculos con Jerí para tener las puertas abiertas de Palacio de Gobierno. El poder es miel para los parlamentarios y esto representa un riesgo no menor para la gestión de Jerí en el sillón presidencial.
Tres ejemplos que grafican esta situación: primero, una vergonzosa imagen de Héctor Valer (Somos Perú) intentando salir junto a Jerí tras la juramentación como si fuera su ministro o miembro del Ejecutivo (fue replegado por la seguridad del Estado); segu