La vacancia de Dina Boluarte , aprobada por el Congreso e impulsada por la indignación ciudadana , pone fin a uno de los gobiernos que más desaciertos pareciera haber mostrado en cuanto a la seguridad alimentaria de nuestro país. Mientras el Perú se mantenía como el país con mayor inseguridad alimentaria de Sudamérica, desde el discurso oficial se afirmaba que “el hambre no existía”, negando la realidad cotidiana de millones de familias.
El balance nutricional de la gestión en cuestión es alarmante. La anemia infantil en menores de tres años alcanzó el 43,7 % según la ENDES 2024, y la desnutrición crónica afectó al 12,1 % de los niños menores de cinco años, las cifras más altas de los últimos años. A pesar de ello, la Presidencia prefirió hablar de “supuestas reducciones de la ane