El atroz atentado contra dos venezolanos exiliados en Bogotá, el activista Yendri Velásquez y el consultor político Luis Peche, ha sembrado el pánico entre los centenares de perseguidos políticos por el régimen de Nicolás Maduro que han encontrado cobijo en la vecina Colombia. Ambos fueron tiroteados por tres sicarios este lunes cuando salían de su residencia. Ahora se recuperan de sus heridas en la capital colombiana, a más de 500 kilómetros de la frontera. Como ellos, muchos otros defensores de derechos humanos, periodistas, testigos electorales, dirigentes políticos o estudiantiles se han asentado en Bogotá después de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio de 2024, y de las oleadas de represión que se han desatado desde entonces. El ataque ha revuelto sus peores temor

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