Durante décadas, Banco Santander (BME:SAN) ha sido sinónimo de estabilidad y rentas periódicas para los inversores más prudentes. Sin embargo, los números actuales invitan a una reflexión distinta: su dividendo ya no destaca dentro del sector bancario español. Pese a su solidez y sus beneficios crecientes, el mercado empieza a preguntarse si ha llegado el momento de que el grupo presidido por Ana Botín eleve su generosidad con los accionistas.
Lo que sucedió
La entidad reparte una rentabilidad del 2,62 %, una cifra claramente inferior a la de otras grandes del país. Mientras BBVA (BME:BBVA) ofrece en torno al 4,6 %, Caixabank (BME:CABK) ronda el 4,8 % y Unicaja (BME:UNI) alcanza el 6 %, Santander se queda rezagado. Lo mismo ocurre con su política de retribución: dedica la mitad de sus be