El nuevo iPad Pro llega con el chip M5 , el procesador más potente que Apple ha presentado hasta ahora y el mismo que impulsa los nuevos MacBook Pro . La compañía lleva tiempo acercando su tablet más ambiciosa al terreno de los portátiles, pero esta vez la distancia se reduce más que nunca. No es solo una cuestión de potencia bruta , sino de hasta qué punto este dispositivo empieza a comportarse como un ordenador completo, con una fluidez y unas posibilidades que hace unos años parecían fuera de su alcance. El salto del M5 no cambia lo que el iPad es, pero redefine lo que puede llegar a ser.
Durante años, el iPad ocupó un terreno intermedio entre el móvil y el ordenador, más cerca del primero que del segundo. Su sistema operativo heredaba buena parte de la lógica del iPhone, y esa