A menos de un año para el Mundial de 2026, la Selección Colombia sigue oscilando entre la euforia y la frustración. La doble fecha FIFA frente a México y Canadá dejó un sabor ambiguo: un 4-0 que hizo soñar a todos con un equipo imparable, seguido de un 0-0 que volvió a encender las dudas. Esa bipolaridad futbolística no es nueva, pero se vuelve más visible ahora que el calendario aprieta y el sueño mundialista deja poco margen para la improvisación.

El primer punto que revela este par de amistosos es que Colombia no logró meterse entre los nueve primeros del ranking FIFA, objetivo que buscaba para ser cabeza de serie en el sorteo del Mundial. Ya sin ese peso encima, el análisis debe pasar del resultado al funcionamiento, del marcador a la idea, del instante al proceso. Y ahí es donde el b

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