Las plagas han sido interpretadas a lo largo de la historia como castigos divinos a los mortales por su osadía, y algunas de ellas traían fiebres y dolores que doblaban espaldas como ramas bajo el viento.
Hoy, una plaga moderna llamada chikungunya evoca esa imagen: un virus transmitido por mosquitos que deja a sus víctimas encorvadas por un dolor articular tan intenso que parece un hechizo maligno.
Su nombre, de origen africano, significa precisamente "doblado por el dolor " y en 2025, está resurgiendo con fuerza, recordándonos que la naturaleza no necesita actos divinos para desatar el caos.
Este año, brotes masivos en China, Francia y algunas islas del Índico han infectado a cientos de miles, con síntomas que van de fiebre repentina a artritis crónica que dura meses. No es so