Aunque afirma que no es la persona “indicada para ser famoso”, Eduardo Hernández Saucedo, más conocido como Ed Maverick, se convirtió con 17 años en uno de los cantautores más jóvenes y escuchados de la escena mexicana, después de que la canción que le dedicó a la chica que le gustaba a su amigo, ‘Fuentes de Ortiz’, se convirtiese un éxito mundial.

Ahora, siete años después y alejado de la fama, señala a EFE, en una de las pocas entrevistas que concede, que no le gusta que su música directa, melancólica y amorosa esté relacionada con el espectáculo: “Quiero que esté vinculada al mundo del arte. Al final eso es la música: arte”.

“La música que yo hago está en mis destellos más vulnerables, pero yo no soy eso nada más. Soy humano y tengo mi parte que trato de mejorar todo el tiempo”, agreg

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