La inversión de la realidad, la utilización del lenguaje para presentar las cosas al contrario de como son, es una estrategia comunicativa manipuladora que busca desestabilizar la percepción del receptor del mensaje con el objetivo de provocar confusión, duda y dependencia emocional e intelectual del emisor y de su reconstrucción de la realidad. Al invertir el significado del lenguaje se debilita la capacidad de razonar ya que las palabras ya no representan ideas claras, sino que se convierten en herramientas de control. Esto es común en propaganda política, publicidad engañosa o relaciones abusivas.
Y eso mismo es lo que hemos estado viendo aplicado de una manera cada vez más intensa (y probablemente no de manera casual, ni espontánea) con los mensajes que, desde ciertos espectros políti