El Gobierno ecuatoriano ha alcanzado un acuerdo con las organizaciones indígenas para poner fin a las protestas que durante 24 días paralizaron el país, sobre todo, la provincia de Imbabura (norte de Ecuador), tras la eliminación del subsidio al diésel. El paro, que dejó tres fallecidos —entre ellas el indígena Efraín Fuérez, que recibió al menos tres impactos de bala—, más de 150 heridos y más de cien detenidos, entre ellos una veintena acusados de terrorismo, cierra una de las crisis sociales más tensas del gobierno de Daniel Noboa.
El anuncio del acuerdo lo han dado los representantes de la Unión de Organizaciones Campesinas Indígenas de Cotacachi (Unorcac), de la Federación de los Pueblos Kichwa de la Sierra Norte del Ecuador (FICI) y el ministro del Interior, John Reimberg, tras una