El 15 de octubre de 2025, la policía de Manchester, Inglaterra, anunció el cierre de un caso frío de asesinato de 2010 gracias a un testigo inusual: un loro gris africano llamado «Echo». El ave, descubierta en una casa abandonada durante una inspección rutinaria por okupas, comenzó a repetir frases como «¡No lo hagas, por favor!» y «El dinero está en la caja», que coincidían con testimonios parciales del homicidio de una anciana en el mismo barrio. Investigadores, alertados por un vecino que grabó al loro, usaron análisis de voz para vincular las frases a un acento local y detalles no públicos del crimen.

«Echo» había pertenecido a la víctima y fue dejado atrás tras el robo homicida. Las repeticiones llevaron a reexaminar evidencia, identificando ADN en una caja fuerte que apuntaba a un e

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