No se puede entender la Generación del 27 sin la pintora Maruja Mallo (Vivero, Lugo, 1902) , "la artista que le ha dado imaginario plástico", tal como la define el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Manuel Segade.
Ni tampoco el feminismo de principios del siglo XX: Mallo fue una firme defensora de la igualdad de género , en una España en la que todavía las mujeres no podían realmente hacer lo que querían. Ella tuvo suerte, pues contó con unos padres que querían educar a sus hijos en la igualdad, y Mallo se nutrió de aquella insólita libertad.
Ella es la más importante representante del grupo de artistas que "por primera vez, presentaron colectivamente una cosmovisión femenina desde una perspectiva también inédita, la de la mujer moderna, activa, libre y profesi