En algún momento, Florencia Romano va a recibir los honores con que se premia a los pioneros. Es la primera árbitra del fútbol argentino, la que construyó un camino con su andar y nunca un "no" la hizo tropezar. Las primeras negativas fueron en Tucumán , donde nació en 1970 cuando pidió un partido de mayores en la liga de la provincia y reconfiguró su escenario. "Prefiero que me digan árbitro, no árbitra" , aclara ella, en una conversación con Clarín .
Con el título de maestro mayor de obras de la escuela secundaria, se instaló en Buenos Aires para estudiar arquitectura, pero con la idea de hacer carrera como árbitra en la gran ciudad donde, creía, iba a poder llegar a Primera. Golpeó la puerta de SADRA , uno de los dos sindicatos de árbitros que por entonces tenía excelente r