Imagínese que en un partido de fútbol el primer tiempo se rige con un reglamento y el segundo con otro y para colmo, el árbitro encargado de interpretar y aplicar las reglas fue impuesto por el dueño de uno de los equipos.

Más o menos eso fue lo que pasó con la Ley de Amparo y el tema de la retroactividad.

Haciendo malabares jurídicos, Morena y sus rémoras aprobaron las reformas a la Ley de Amparo que limitan (aunque digan lo contrario) este derecho fundamental de los ciudadanos para combatir los excesos e ilegalidades que comete el poder.

Lo que aprobaron los diputados en la madrugada y aprobaron en minutos los senadores fue que las etapas procesales del recurso de amparo que se presentaron con la ley en vigor queden como están.

Peeero, para las siguientes etapas se aplicarán las nuev

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