Antes de convertirse en el ícono de estilo que hoy recordamos, la princesa Diana atravesaba una etapa de transición. Era 1990 y la imagen de la princesa del pueblo todavía estaba asociada a los voluminosos peinados de los años 80 que fueron parte importante de su imagen y marca personal. Sin embargo, una sesión fotográfica para “Vogue” cambió el rumbo de su estilo, y hasta cierto punto también su vida con un corte de pelo que no involucró el uso de tijeras en el proceso.
Un encuentro que cambiaría la historia de la moda
Todo ocurrió en Londres durante una sesión dirigida por el fotógrafo Patrick Demarchelier . Al frente del peinado estaba Sam McKnight, un estilista que entonces trabajaba con las supermodelos más famosas de la época, como Cindy Crawford, Naomi Campbell o Christy Tu