Los cárteles mexicanos migraron a las drogas sintéticas por la creciente demanda internacional, porque se pueden fabricar en cualquier lugar, son fáciles de transportar y ocultar, ofrecen mayor potencia y variedad para los consumidores, y dan más rentabilidad que las drogas naturales.

En la década de los 70, cuando las organizaciones criminales mexicanas comenzaron su crecimiento y consolidación en el tráfico internacional de drogas, sus ingresos provenían principalmente del opio y la mariguana, drogas de origen natural. En esa misma década se sumó la cocaína proveniente de Colombia, la cual pasaba por procesos químicos de transformación y por tanto ya no se consideraba natural, pero tampoco llegaba a ser sintética. En la actualidad las drogas que le generan más ganancias a los cárteles m

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