En el extremo sur de Chile, la convivencia entre perros domésticos y fauna silvestre se ha convertido en un fenómeno de creciente interés científico. En la Región de Magallanes, el interés por estos animales ha aumentado de forma notable durante la última década, siguiendo una tendencia global que busca atender y entender un problema hasta hace poco ignorado. Numerosos estudios previos han descrito ya sus patrones de movimiento, el uso del hábitat, su presencia dentro de áreas protegidas o incluso su interferencia con especies nativas como el zorro gris (Lycalopex griseus), así como también se han documentado riesgos sanitarios, por ejemplo con el resurgimiento del parásito tenia del perro (Echinococcus granulosus), transmisible al ser humano, y del que los perros actúan como hospedadores.
Un estudio desvela cómo la interacción humana impulsa la expansión de los perros hacia la naturaleza

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