La muerte de Miguel Ángel Russo todavía duele y removió cimientos. Propios y ajenos. En Boca provocó una revolución emotiva de parte de hinchas, dirigentes, jugadores y por supuesto del propio Juan Román Riquelme. Miguelo se había convertido en parte del adn boquense, sin dudas. Y así será por siempre. Tanto que en las últimas horas sus cenizas se esparcieron en la Bombonera.
Este miércoles después del entrenamiento en la cancha se llevó a cabo una ceremonia íntima con los hijos, hermanos y otros familiares de Russo, quienes fueron recibidos nada menos que por Leandro Paredes, que les dio su pésame en el vestuario y los acompañó.
Allí, en medio de un marco lógicamente emotivo y también triste, se esparcieron las cenizas de Miguel en el terreno de juego, a pocos días del partido con Belgr