Un informe correspondiente a S&P Global expone y describe una brecha marcada en la renovación de vehículos en Estados Unidos: los autos a gasolina o diésel se conservan, en promedio, 12,5 años, mientras que los eléctricos se sustituyen alrededor de los 3,6 años, por factores asociados al perfil del comprador, el leasing, la tecnología y la percepción sobre las baterías.

El artículo reporta y compara hábitos de tenencia entre vehículos de gasolina y eléctricos, con una diferencia de casi una década en los tiempos de reemplazo.

De acuerdo con lo expuesto, una razón de peso está en el perfil socioeconómico : como los eléctricos parten de precios más altos, suelen ser adquiridos por personas con mayor capacidad de gasto , lo que facilita renovar el auto con mayor frecuencia.

También influye

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