No hay ningún problema de principio para que las máquinas diseñen otras máquinas, los sistemas generen otros sistemas y así hasta que la contribución humana no sea más que un lejano recuerdo
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Estamos en plena época Nobel y, una vez más, todos los premios han sido para seres humanos . Pero esto no tiene por qué ser así siempre. Al ritmo de desarrollo de la inteligencia artificial (IA), quizá no haya que esperar mucho para que un robot merezca el galardón más prestigioso de la ciencia. ¿Qué hará la Academia sueca entonces? ¿Dárselo? ¿Por qué no?
La idea, en realidad, tiene ya nueve años. El