Este día, después de soportar dos meses de intensas tormentas, la flota comandada por los holandeses Willem Schouten y Sebalt De Weert deciden lanzar “otras dos anclas” y por “un tiempo evitaron el peligro” de ser empujados hacia la costa. Los navíos ‘Fe’ y ‘Fidelidad’ resistían el temporal, pero, al amanecer, “como los cables estaban muy mellados, entendieron que era inútil destinar más tiempo a ello y que era “un peligro real” permanecer en ese golfo. Se fueron de allí “con el disgusto del capitán De Weert, quien dejaba allí su ancla (…) Lo denominaron golfo Peligroso, “porque durante veinte días enteros estuvieron en real peligro sus vidas”. (S. De Weert y W. Schouten. Descubrimiento del Cabo de Hornos).

Después de alejarse “para buscar un puerto más apto, se levantó un viento del nor

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