Venezuela ha intensificado su presencia militar en los estados fronterizos con Colombia. Esta medida es parte de la respuesta al despliegue de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe. El 16 de octubre, Washington lanzó un nuevo ataque, aparentemente dirigido a sobrevivientes de operaciones anteriores. Desde agosto, Estados Unidos ha llevado a cabo un operativo “antidrogas” en aguas internacionales del Caribe, cerca de las costas venezolanas. Este operativo ha resultado en varios ataques contra embarcaciones de presuntos “narcoterroristas”, con un saldo de 27 muertos. El presidente Donald Trump ha acusado a Nicolás Maduro de tener vínculos con el narcotráfico y, el miércoles, autorizó operaciones de la CIA contra Venezuela. El régimen de Maduro considera este despliegue como una “amenaza”. En respuesta, el presidente ordenó maniobras militares que involucran a miles de efectivos en el país. Las autoridades de los estados Táchira y Amazonas han anunciado patrullajes y controles en los pasos fronterizos con Colombia. En Táchira, donde se encuentran los principales puentes que conectan ambos países, los efectivos se han desplegado alrededor del Puente Internacional Simón Bolívar, que une a Cúcuta y Villa del Rosario con San Antonio. En Amazonas, los efectivos se han dispersado para proteger “empresas estratégicas” y “servicios básicos”. Además, Venezuela mantiene despliegues en zonas costeras como Nueva Esparta, Sucre y Delta Amacuro, que están cerca de Trinidad y Tobago. La semana pasada, Venezuela solicitó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se impida a Estados Unidos cometer un “crimen internacional”, aunque solo recibió apoyo de algunos miembros, incluidos China y Rusia. Caracas sostiene que el gobierno de Trump busca “fabricar un conflicto” para justificar una invasión. El embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, denunció un ataque estadounidense el 14 de octubre, describiéndolo como “una nueva serie de ejecuciones extrajudiciales contra civiles” cerca de las costas venezolanas. Por otro lado, un informe del Miami Herald indica que la vicepresidenta Delcy Rodríguez y su hermano Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, intentaron negociar con Estados Unidos la salida de Maduro a cambio de mantener su poder. Según el diario, en este diálogo mediado por Catar, los hermanos argumentaron que eran inocentes de acusaciones de narcotráfico y que podían asegurar una transición política estable. Delcy Rodríguez desmintió estas afirmaciones, calificándolas de “FAKE!!” y acusando a los medios de participar en una guerra psicológica contra el pueblo venezolano. En su cuenta de Telegram, publicó una foto junto a Maduro con la leyenda: “Juntos y unidos junto al presidente Maduro.”
Venezuela refuerza su ejército en la frontera con Colombia

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