Claudio Tapia es el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la cabeza visible de un ente, pero que maneja el "negocio" como si fuera el dueño de todo. Hace y deshace todo como si nada, sin reacciones ni negativas de los titulares de los clubes que lo siguen por temor y/o conveniencia. Nadie se mete con Chiqui y el que lo hace sufre las consecuencias. Pero en este mundo que parecería surrealista, pero que no lo es, nada como pez en el agua y sin pudores Christian Bragarnik , el poderoso empresario que tiene un poder en clubes y jugadores no sólo a nivel nacional sino también internacional, y, como si fuera poco, con vínculos con el narcotráfico.

Su presencia e intervenciones en el fútbol son de una autoridad llamativa, pero si puede hacerlo es porque tiene la venia de a

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