Hace 130 años, Oscar Wilde ya había publicado sus obras maestras, como 'El retrato de Dorian Grey'. Estaba casado, tenía dos hijos y un amante, Alfred Douglas, cuyo padre le escribió una nota, casi pública, en la que le decía 'sodomita'. Wilde lo demandó pero el juicio viró y fue condenado por «indecencia grave», cuando la defensa presentó pruebas de su homosexualidad. Cumplió una condena de dos años de trabajo forzado en las afueras de Londres. Pero también tuvo otro castigo, menos conocido. La Biblioteca Británica, que frecuentaba y de la que tenía el carné 4031879, que expiraba en 1900, le revocó su acreditación. La reputada institución le convirtió en un escritor sin acceso a libros públicos y sin sala de lectura. Un paria intelectual, además de reo de una hipócrita época victoriana.
Oscar Wilde recupera el carné que la Biblioteca Británica le anuló por homosexual hace 130 años

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