A los nueve años, mientras ayudaba a su madre a asar chorizos en las festividades de su pueblo, Alexander Montaño no imaginaba que ese primer contacto con el fuego se convertiría en el inicio de una carrera que hoy inspira a cientos de emprendedores colombianos. Nacido en Samaniego, Nariño —una región históricamente golpeada por la violencia—, encontró en la gastronomía un camino de superación, disciplina y propósito.
En enero de 2010, Montaño llegó a Bogotá impulsado por el deseo de construir un futuro distinto. Comenzó trabajando en un restaurante, mientras cursaba sus estudios de Administración de Empresas en la Universidad EAN , donde obtuvo una doble titulación con la Universidad de Quebec (Canadá) . Esa combinación de cocina y gestión sería clave para su desarrollo: en poco