La reciente investigación divulgada por el Canal Caracol —y no por los entes de control o investigación del Estado— pone nuevamente en evidencia cómo la captura de los empleados públicos y directivos de las empresas estatales se ha convertido en un mecanismo estructural de saqueo de los recursos públicos.

El modus operandi atribuido al hermano del precandidato presidencial, Quintero, quien además es aliado político del presidente, refleja la lógica criminal de las élites de cuello blanco que utilizan el poder político como medio para apropiarse de los bienes colectivos. Este fenómeno revela la degradación de la función pública y la vulnerabilidad institucional del Estado frente a redes clientelares y familiares que actúan con total impunidad.

Una vez elegido el gobernante, la ausenci

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