El sistema educativo de Estados Unidos está siendo sacudido por una ola de restricciones a la lectura que, según el reporte de PEN América, ha alcanzado la alarmante cifra de cerca de 7.000 casos de censura en el último año escolar 2024-2025, impactando a cerca de 4.000 títulos únicos.

Esta cantidad representa una cifra nunca antes vista por los estadounidenses en su historia y marca la normalización de la prohibición de libros a nivel nacional.

La medida no obedece a criterios pedagógicos, sino a una intensa campaña ideológica que busca limitar el acceso a obras que aborden temas de diversidad racial, identidad de género, sexualidad o que incluyan críticas a la historia y sociedad estadounidense.

La literatura hispana y universal ha sido directamente afectada por estas decisiones, que

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