Por un lado, una potencia tradicional que busca reafirmar su dominio; por el otro, un debutante ávido de gloria.
Argentina llega a esta final con un bagaje que intimida: seis títulos mundiales Sub20 y una generación áurea que incluye nombres como Maradona, Saviola y Agüero. Hoy, bajo el mando de Diego Placente —exlateral de aquel equipo campeón en Malasia 1995—, la Albiceleste quiere reconquistar lo que considera suyo. "Esta camada carga con el peso de devolverle a Argentina el lugar que nunca debió perder" , comentó un asistente técnico anónimo a medios locales.
Los números hablan por sí solos:
11 goles en los últimos tres partidos (Nigeria, México y Colombia)
5 victorias consecutivas sin conceder derrotas
72% de posesión promedio , la más alta del torneo
Pero el verdadero f