Más garra que juego. Ese parecía ser el pronóstico de la selección marroquí al iniciar este mundial sub-20, pero no ha sido así. Los pequeños 'Leones del Atlas' han demostrado tener una idea de juego clara, muy vertical, con una capacidad enorme de romper líneas en el uno para uno. Virtud colectiva, pero también individual: parte del mérito de este logro reside en varios de sus jugadores. Entre ellos, un destacado: Othmane Maamma.
El extremo, propiedad del Watford , ha demostrado ser la estrella que más brilla en una selección muy habilidosa con el balón en los pies. MVP en cuartos y en semifinales, lidera a su selección por la banda derecha, provocando la sensación en el rival de que cada vez que coge la pelota va a generar peligro.
Maamma nació en Alés, Francia, pero representa a