David Jiménez, de Almansa (Albacete) , tiene 27 años y es enfermero. Estudió en Alicante y, como muchos de sus compañeros de promoción, terminó la carrera en plena pandemia. Tras meses de esfuerzo agotador en el sistema sanitario español, él y su pareja -también enfermera- decidieron dar el salto. Noruega sería su nuevo destino profesional y vital.
Cuatro años después, David trabaja en un centro de corta estancia en el norte de Europa . Ha pasado por cinco ciudades del país y no se arrepiente de la decisión. Su historia es la de muchos jóvenes sanitarios que, formados en España, encuentran en el extranjero estabilidad, reconocimiento y condiciones laborales dignas.
«Recién llegado, sin experiencia, ya cobras unos 45.000 euros brutos al año. Si trabajas con una empresa de trabajo temp