En once compañías los ‘paracaídas dorados’ por cese superan los dos años de sueldo íntegro que recomienda como mucho la CNMV; los blindajes siguen cayendo, pero lo hacen solo un 1%
El sueldo de los ejecutivos del Ibex ha crecido en 20 años casi el triple que el salario medio en España
Las empresas del Ibex 35 mantenían a cierre del ejercicio 2024 a 580 directivos y ejecutivos blindados, con indemnizaciones por despido que en algunos casos alcanzan hasta cinco años de sueldo íntegro, muy por encima de las dos anualidades que recomienda como mucho la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El número de directivos del selectivo que tienen pactados en sus contratos los denominados ‘paracaídas dorados’ lleva cayendo desde 2019 y está en la cifra más baja desde 2012. Sin embargo, en 2024 el descenso fue de apenas el 1%, el menor de los últimos años.
Según el último informe que acaba de publicar el regulador bursátil, solo cuatro firmas del Ibex (Acciona Renovables, ACS, IAG y Solaria) no tenían cláusulas de este tipo a cierre del año pasado, las mismas que en 2023.
La cuantía de las indemnizaciones es muy variable. La última recomendación que recoge el código de buen gobierno de la CNMV desde 2015 (en concreto, la número 64) es que los pagos por resolución o extinción del contrato no superen “dos años de la retribución total anual” y “cualquiera que sea su naturaleza y justificación”. Es decir, contando también los denominados compromisos de no competencia (la compensación a un directivo que cesa por no marcharse a una empresa del sector durante un periodo determinado).
Hay once compañías que reconocen en sus informes anuales al regulador que incumplen total o parcialmente esta premisa. Se trata de Amadeus, Caixabank, Enagás, Endesa, Fluidra, Grifols, Iberdrola, Mapfre, Naturgy, Sacyr y Telefónica. Las que más años de compensación prevén por encima de ese límite de dos anualidades son Iberdrola, Telefónica, Fluidra y Grifols.
Así, Iberdrola garantiza a su presidente, Ignacio Sánchez Galán, el ejecutivo mejor pagado del Ibex (ganó 14,145 millones en 2024), dos anualidades completas de indemnización por despido más otras dos por el pacto de competencia contractual, cuyo periodo de vigencia en 2023 se amplió de dos a tres años. Para “algunos directivos” que, “por su responsabilidad, se considera que contribuyen de manera decisiva a la creación de valor”, la indemnización “depende de la antigüedad en el cargo y de los motivos del cese del directivo, con un máximo de cinco (5) anualidades”.
Iberdrola subraya que desde 2011, “para los nuevos contratos con los miembros de la alta dirección” se fija un límite de dos anualidades y que esos 21 directivos blindados “representan el 2,66% de los directivos y otros profesionales con responsabilidades de dirección del grupo”. De ellos, “solo 10 (el 1,3% de dicho colectivo) tienen un límite de indemnización superior a dos anualidades, lo que supone una reducción del 88,8% en el número de beneficiarios desde 2003”.
En Telefónica, el anterior presidente, José María Álvarez Pallete, cesado en enero con 23,5 millones de indemnización y otros 9,6 millones en salario y bonus, tenía pactados cuatro años de sueldo en caso de despido, los mismos que el anterior consejero delegado, Ángel Vilá, cesado el pasado febrero. Para los altos directivos de la operadora, la indemnización es “como máximo” de tres anualidades (la última retribución fija y la media de los dos últimos variables) “y una más según la antigüedad en la compañía”.
En Grifols, “el Grupo dispone de acuerdos con empleados y administradores en virtud de los cuales estos podrían rescindir unilateralmente sus contratos de trabajo con la Sociedad, estando legitimados a indemnizaciones que van desde uno hasta los cinco años de salarios en los supuestos de toma de control de la Sociedad”.
En caso de cese, el consejero delegado de Grifols, Nacho Abia (en el cargo desde abril de 2024, tras la reestructuración de la cúpula de la farmacéutica que provocó el informe del fondo bajista Gotham), se embolsaría el bonus plurianual que pactó en su contrato de tres años de duración, la retribución fija, el bonus anual y las acciones que habría percibido en ese periodo de tres años.
En Fluida, el presidente ejecutivo, Eloy Planes, tiene derecho a dos anualidades (fijo y variable bruto) por extinción de contrato y otras dos anualidades de fijo por dos años de no competencia.
En el otro extremo (dentro de las compañías que mantienen blindajes) está Maurici Lucena, presidente de Aena (51% propiedad del Estado) y el ejecutivo peor pagado del Ibex por su condición de empresa pública (en 2024 ganó 192.000 euros, menos que la inmensa mayoría de altos ejecutivos y altos directivos del selectivo).
La indemnización de Lucena por cese sería de siete días de retribución anual en metálico por año de servicio, con el límite de seis mensualidades. Igual que los altos directivos de Aena que no son empleados del sector público (los que lo son no pueden tener estas cláusulas). El gestor aeroportuario introdujo estas indemnizaciones en 2021, en plena pandemia, por primera vez desde su salida a Bolsa en 2014.
Más Blindajes
La tímida caída en el número de directivos del Ibex blindados en 2024 se explica porque, rompiendo la tendencia de los últimos años, cuatro empresas del selectivo decidieron incrementar el número de personas que tenían estas cláusulas: Repsol, Banco Sabadell, Banco Santander y Logista.
Destaca Repsol, que tradicionalmente ha destacado por concentrar buena parte de estos mecanismos, que las empresas justifican como incentivo para retener el talento de sus máximos responsables. La petrolera cerró el pasado ejercicio con 223 directivos blindados, seis más en un año, aunque lejos de los 309 que llegó a acumular en 2014. La cifra había ido reduciendo desde entonces y hasta el pasado ejercicio.
Repsol tiene blindados a ocho directores generales (uno menos que en 2023) y otros 215 directivos (en 2023 eran 208). El consejero delegado, Josu Jon Imaz, tiene pactada una compensación de dos anualidades de fijo y variable (incluyendo la compensación de no competencia). Las indemnizaciones de los directores generales son de 24 mensualidades. Las de los directivos nombrados antes de diciembre de 2012 se calculan en función de la edad, la antigüedad y el salario; las de los nombrados después, en función del salario y la antigüedad, dentro de un rango de entre 12 y 24 mensualidades, o la indemnización legal si es superior.
También incrementó los blindajes el año pasado Banco Sabadell, que venía reduciéndolos desde 2019. Tras la fracasada oferta pública de adquisición (opa) hostil que BBVA lanzó en 2024, el banco vallesano pasó de 33 a 40 directivos blindados; en Banco Santander se pasó de 22 a 25 y en Logista, de 11 a 13.
Diez compañías (una más que en 2023) redujeron el pasado ejercicio el número de directivos blindados. Entre ellas, BBVA, que pasó de 52 a 50. El banco señala que “no cuenta con compromisos de pago de indemnizaciones a los consejeros ejecutivos”, aunque sí garantiza dos años de retribución por no competencia en caso de cese para el presidente, Carlos Torres (cuya estrategia ha quedado en entredicho tras el batacazo de la OPA, y que el pasado viernes descartó dimitir por este fiasco), y el consejero delegado, Onur Genç.
También redujeron el número de directivos blindados en 2024 Grifols (con 31, ocho menos que en 2023), Caixabank (30, tres menos), Iberdrola (21, dos menos), Unicaja (21, uno menos), Inditex (17, uno menos), Naturgy (13, uno menos), y Acerinox e Indra (en ambos casos, 8, uno menos).
La CNMV exceptúa en sus informes a Arcelormittal (con sede en Luxemburgo) y a Ferrovial, tras su mudanza a Países Bajos. La novedad de este año es Puig, recién aterrizada en el Ibex, y que tiene blindado a su presidente ejecutivo, Marc Puig, con 2 anualidades de sueldo fijo.
El pasado ejercicio, doce firmas con directivos blindados mantuvieron el número de personas con estas cláusulas: Endesa (15), Fluidra (10), Telefónica (9), Enagás (9), Mapfre (5), Rovi (3); Cellnex, Colonial y Merlin Properties (2 cada una), y Redeia y Sacyr (1 cada una).