De un tiempo a esta parte, muchas mujeres de 50 años se han animado a expresar los cambios que experimentan, bastante ignorados por los hombres dada nuestra simpleza ante casi todo.
Para que el lado bueno de la historia no me pille en offside , atiendo a estas revelaciones y ya me hago a la idea de que cumplir años tampoco enfervoriza a las mujeres. Por suerte, existe una corriente que optimiza –¡cómo disfruto tecleando palabras à la page !– la coyuntura y reivindica que los 50 son la rampa de despegue para la libertad, cosa ilusionante –van dos– porque la gente libre suele dar los buenos días. Si a eso le añadimos la industria del optimismo –sector emergente y dora píldoras–, se diría que a partir de los 50 empieza lo bueno.
Detecto reproches a los hombres por agravar el trance feme