Un espectáculo lanzando y bateando. Eso fue el japonés Shohei Ohtani para los 52.883 fanáticos que llenaron este viernes el Dodger Stadium, en una noche que no olvidarán jamás.

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Como pitcher, Ohtani trabajó seis entradas completas para llevarse la victoria 5–1 con los Dodgers de Los Ángeles que completaron una barrida de cuatro juegos a los Cerveceros de Milwaukee para lograr su tiquete a la Serie Mundial por segundo año consecutivo. Solo permitió dos hits, tres bases por bolas y ponchó a 10 rivales.

Como bateador, el japonés sacudió tres jonrones solitarios y se convirtió en el primer lanzador de la historia, en conectar tres bambinazos y sumar 10 o más ponches en un m

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