Se trata de la “alimentación intuitiva”, que se centra en escuchar las señales naturales de hambre y saciedad del cuerpo en lugar de seguir rígidas reglas dietéticas.

Dicho de otro modo, la alimentación intuitiva se centra en confiar en tus señales de hambre. Tú decides qué comer y cuánto.

Una de las férreas seguidoras de esta filosofía es Taylor Swift, quién la adoptó hace más de una década.

La práctica de la alimentación intuitiva no es nueva. Fue introducida por primera vez en 1995 por los nutricionistas Evelyn Tribole y Elyse Resch.

A diferencia de las dietas tradicionales, la alimentación intuitiva no tiene alimentos prohibidos, límites de calorías ni “días de trampa”.

Entre sus principios están rechazar las dietas, honrar el hambre, hacer las paces con la comida, respetar la sac

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