Apodado el “presidente de los ricos”, símbolo de elegancia y ambición desmedida, Nicolas Sarkozy fue el mandatario que quiso reinventar la política francesa, pero que vivió una caída tan estrepitosa como su fulgurante ascenso. Licenciado en derecho, este hijo de emigrantes húngaros nunca se sintió parte del ‘establishment’, desde muy joven empezó a despuntar, consiguiendo enamorar a las élites con su rapidez, su energía y desparpajo.

A sus 28 años, Sarkozy decide arriesgarlo todo, traicionando la confianza de su mentor, Charles Pasqua, y desoyendo las recomendaciones de su partido RPR, para presentarse a la alcaldía de Neuilly-sur-Seine. Contra todo pronóstico ganó, demostrando que no es igual que el resto de jóvenes políticos de su generación, quienes siguen la norma no escrita

See Full Page