En Euskadi , la apuesta por la energía renovable empieza a notarse en fábricas, edificios públicos y viviendas . Cada vez más empresas y particulares optan por generar parte de la electricidad que consumen. La razón no es solo ambiental: reducir costes y generar su propia energía se ha convertido en una necesidad para mantener la competitividad.
En este contexto, las ayudas públicas se han consolidado como el principal motor de cambio. Entre ellas, destaca el nuevo programa lanzado por el Ente Vasco de la Energía (EVE) , con una dotación de 80 millones de euros destinados a impulsar el autoconsumo en todo tipo de instalaciones y con previsión de implementar otro programa de 80 millones más en 2027.
“Hemos diseñado el programa más ambicioso de los últimos años. No hay límite