El Y conviene decirlo con claridad : ha fracasado tanto en la estrategia como en la ejecución. Lo que pretendía ser una operación emblemática para crear el segundo gran banco español por activos ha terminado en un fiasco que deja tocada la reputación corporativa del propio BBVA . No porque el Sabadell sea una joya estratégica insustituible, sino porque la oferta –concebida con prisas, comunicada con torpeza y tramitada con lentitud– se ha estrellado contra la doble pared de la indecisión regulatoria y del rechazo accionarial.

Es cierto que el marco institucional español tampoco ha ayudado . La ley de las opa es un ejemplo paradigmático de cómo la burocracia puede estrangular una operación empresarial. Carlos Torres tiene razón cuando señala que el Real Decreto que regula las oferta

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