Una investigación que se extendió por más de cinco meses, llevada adelante por una unidad especializada de Carabineros, de la mano con la Fiscalía, confirmó algo que era “vox populi”. La entrega de revisiones técnicas de vehículos “truchas”, a cambio de pagos que variaban entre los 20 y 40 mil pesos, en la planta de calle Carlos Condell N°01186.

Como dijo la fiscal Johanna Irribarra, los cobros dependían del tipo de falla mecánica que presentaran los vehículos.

El “aporte” se dejaba al interior del auto, en el cenicero o la guantera. Conductores que sabían que el auto no estaba en condiciones mecánicas de recibir el visto bueno acudían a esta modalidad “espuria”, como la definió la fiscal.

La finalidad de las plantas de revisión es justamente velar porque los autos cumplan las condicion

See Full Page