En las últimas décadas, la relación entre la realeza y la moda cambió de manera radical. Lo que antes estaba regido por estrictas normas de protocolo, ahora se convirtió en un espacio de expresión personal y de influencia. Hoy, las jóvenes generaciones de princesas y herederas al trono no solo aparecen en eventos oficiales, sino que también marcan tendencia, ocupan tapas de revistas y protagonizan campañas de las marcas más prestigiosas del mundo.
Este fenómeno se ve potenciado por las redes sociales, donde estas figuras tienen una presencia directa que les permite construir su propia historia. De esta manera, las nuevas royals pasaron de ser meras representantes de la tradición a convertirse en it girls capaces de influir en el mercado y de dar visibilidad a diseñadores, tanto em