Por Gustavo Pérego, Director de ABECEB
Durante décadas, Argentina ha sido un país atrapado entre promesas energéticas incumplidas y ciclos de dependencia importadora. Pero la irrupción de Vaca Muerta y la próxima ola de proyectos de Gas Natural Licuado (GNL) están reescribiendo ese destino. Lo que se está gestando no es solo un boom exportador de hidrocarburos, sino una transformación estructural de la economía argentina , anclada en el gas, la petroquímica y la energía de bajo costo.
En apenas una década, Vaca Muerta pasó de ser una curiosidad geológica a convertirse en la segunda reserva mundial de gas no convencional y en el corazón de un sistema energético que redefine los márgenes de crecimiento nacional.
Hoy, el 60% del gas argentino proviene de Neuquén , y la producción a