La organización criminal venezolana, el Tren de Aragua, está ampliando su influencia más allá de Sudamérica. Recientes investigaciones indican que el grupo ha comenzado a establecerse en México, Estados Unidos y Canadá. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México ha confirmado la detención de Arturo Echezuría Alcántara, alias Nelson, quien es considerado el principal responsable de la estructura del Tren de Aragua en México. Este operativo, que involucró a fuerzas federales, también resultó en la captura de dos venezolanos, Lucas Alberto Vielma Rojas y Marcos Gabriel Ortega Sotillo. Los tres enfrentan graves acusaciones que incluyen trata de personas, homicidio, secuestro, tráfico de narcóticos y extorsión. La periodista Ronna Rísquez, autora del libro "El tren de Aragua, la banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina", destacó la importancia de estas detenciones. "Se confirma la presencia de presuntos miembros del Tren de Aragua en México. Sin embargo, creo que todo está también muy vinculado a toda esta operación y narrativa que se ha estado generando desde Estados Unidos en torno al Tren de Aragua como un supuesto enemigo y potencial invasor en Estados Unidos", comentó Rísquez. A pesar de la atención mediática y policial, Rísquez advirtió que los detenidos en la Ciudad de México no son figuras históricas de la banda. "No aparecen en esa lista. No significa que no puedan ser del Tren de Aragua, pero no necesariamente son jefes o líderes de la organización", explicó. Además, se ha reportado la existencia de un individuo que actúa como "una especie de canciller" del Tren de Aragua, operando en varios países de la región, aunque su identidad se mantiene en secreto. Las autoridades mexicanas han identificado que las actividades del grupo se extienden por Puebla, Morelos, Estado de México y diversas alcaldías de la Ciudad de México. En Sudamérica, el Tren de Aragua enfrenta un proceso de fragmentación. En Chile, uno de sus líderes, Ender Alexis Rojas, murió al caer desde un sexto piso en Colombia mientras intentaba escapar de la policía. Las fuerzas de seguridad colombianas han detenido a otros tres miembros de la banda, quienes estaban involucrados en extorsión y tráfico de drogas. La lista de líderes del Tren de Aragua que buscan las autoridades estadounidenses incluye a Giovanny San Vicente, Yohan José Romero y Héctor Guerrero Flores. Por su captura, se ofrecen recompensas de hasta 12 millones de dólares. Mientras tanto, el Tren de Aragua ha comenzado a operar en Canadá, donde se ha confirmado su presencia desde hace al menos un año. Mathieu Bertrand, un alto oficial de la Policía Montada de Canadá, indicó que el grupo utiliza el país como un punto de transbordo para el tráfico de metanfetaminas hacia lugares lejanos como Nueva Zelanda y Australia. El Gobierno de Canadá designó oficialmente al Tren de Aragua como grupo terrorista en febrero, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos. En Chile, Larry Álvarez, alias Larry Changa, uno de los fundadores del Tren de Aragua, fue arrestado en Colombia y enfrenta múltiples cargos, incluyendo tráfico de drogas. Su defensa ha solicitado al presidente colombiano la apertura de un "proceso exploratorio de paz" para la organización. La figura de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, sigue siendo central en la discusión sobre el crimen transnacional. Rísquez señala que la complicidad de funcionarios y militares con el crimen organizado ha permitido la consolidación de redes como el "Cartel de los Soles". El Tren de Aragua se adapta a las dinámicas delictivas de cada país, lo que complica la lucha contra su expansión. En México, se reportan casos de migrantes venezolanos atrapados por la organización, lo que refleja el impacto de su creciente influencia en la región.
El Tren de Aragua se expande: de Venezuela a América del Norte

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