Blanca Valadez Ciudad de México / 17.10.2025 12:54:00

En pacientes amputados suele manifestarse un dolor tan profundo e inexplicable que parece provenir del cuerpo que ya no existe, de su miembro fantasma. “No están locos” , explicó Rubén Trejo Fuentes, especialista en Medicina del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital Médica Sur.

En México, miles de personas que han perdido una pierna o un brazo por diabetes, accidentes o enfermedades vasculares viven cada día con esa paradoja física y emocional: el ardor, la punzada o la descarga eléctrica que proviene de un miembro ausente.

“Hay pacientes que me dicen: ‘Siento la pierna doblada y me desespera porque no la puedo estirar’, aunque ya no la tengan”, relató Trejo en entrevista con Milenio.

“Eso se llama sensación fantasma.

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