El Barça logró este sábado más que tres puntos. El conjunto de Hansi Flick se impuso por 2-1 al Girona en un partido en el que se movió en el alambre y en el que ganó con el coraje que no tuvo en el Pizjuán. Adelantó Pedri a los culés, empató de espectacular chilena Witsel y, cuando todo eran dudas a una semana del clásico, apareció Araujo sobre la bocina para sumar una victoria vital, recuperar el liderato y meter presión al Real Madrid.
Y eso que el inicio de partido parecía un camino de rosas para los azulgranas. Flick introdujo cambios, con Casadó junto a Pedri en la base, con Toni Fernández de ariete y, sobre todo, con Frenkie de Jong en la mediapunta. El neerlandés tenía la misión de dar continuidad al juego y de ajustar la presión en campo contrario, esa que tanto falló en la últim