A Coruña ya sabía la calidad que atesoraba Nuno Paiva de sus años en el Compañía. La descubrió el Palacio de Riazor con sus primeros encuentros con el Liceo e, incluso, la confirmó con su gol ante el Barça el pasado martes. El luso se consagró al liderar la remontada colegial ante el Calafell (3-2) en un duelo candente y condicionado por el arbitraje. El Liceo se sobrepuso a un gol no señalado para sumar tres puntos de oro.

La euforia aún a flor de piel por el triunfo en el Clásico dio paso a la tensión con la que se cocinó la victoria ante el Calafell. La parroquia verdiblanca apenas tuvo 16 segundos de tranquilidad, mientras se acomodaba en las gradas del Palacio de Riazor. Fue el tiempo que transcurrió desde el saque inicial hasta que Aleix Marimón, gracias a un bloqueo de Fo

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